Escriba sobre algo que sepa. Si no sabe mucho sobre un tema en concreto que sea del interés de los lectores, invite a un experto a que lo haga por usted.
Nadie conoce a su público mejor que usted, por lo que téngalo en cuenta a la hora de escribir las entradas del blog. Escriba sobre cosas que le preocupen. Si tiene una página de Facebook corporativa, consúltela para encontrar temas sobre los que escribir.
Cuando tenga una buena idea para la publicación, escriba el primer borrador. A algunos les gusta empezar primero por el título y luego seguir escribiendo. A otros les gusta empezar con los subtítulos y seguir desde ahí. Elija lo que mejor le convenga.
Asegúrese de incluir en el blog imágenes de alta calidad. Las imágenes fragmentan el texto y facilitan su lectura. Asimismo, transmiten emociones o ideas que son difíciles de expresar con palabras.
Cuando esté contento con el texto, déjelo por un par de días y luego, vuelva a leerlo. Probablemente quiera añadir algo más, y querrá quitar un par de cosas. Déjeselo a un amigo o compañero para que lo lea y asegúrese de que no haya errores. Cuando esté listo para publicarlo, sin errores, configúrelo en el blog y publíquelo.